La reinvención de la reinvención
La reinvención de la reinvención
“Reinvención”, una de las palabras más pronunciadas o sonadas en el 2020. El año en que el mundo se detuvo, en que todo y todos cambiamos. Al ser un año de sucesos inesperados, poco a poco lo convertimos en el año de la reinvención. En el mundo cibernético dimos un giro inesperado, pero necesario.
Las empresas se reinventaron para poder trabajar de una manera remota, algo que no estaba contemplado que ocurriera en Latinoamérica al menos en los próximos 5 años, y derivado de esto muchas empresas tuvieron que reinventar sus procesos y seguridades cibernéticas. El año finalizó y vimos que de una u otra manera lo logramos, nos adaptamos a una nueva forma de vida, nos reinventamos.
En la contingencia más de 1 millón de pequeños negocios han cerrado, menos del 10% ha recibido apoyos del gobierno y en su mayoría, han transformado sus modelos de negocios.
Durante 45 años, Amparo Martínez se ha dedicado al sector de reparación de electrodomésticos, también vende partes y accesorios de los mismos; sin embargo, por la pandemia su negocio ya no ha sido el mismo.
“Siempre he sido muy trabajadora y dedicada, pero desde que empezó lo de la pandemia he perdido ritmo, ya no abro todos los días y he cambiado la forma de operar”, reveló en entrevista con El Economista.
Indicó que cuando el gobierno del Estado de México comenzó a emitir las indicaciones de cierre de negocios, tanto en su local como en el tianguis donde también tiene presencia, trasladó su negocio al hogar y difundió tarjetas para que pudieran contactarla. La atención era por citas y el ritmo de su negocio se pudo mantener un tiempo.
Sin embargo, a mediados del 2020 se contagió de Covid-19 y estuvo internada por semanas. Ahora está recuperada con algunas secuelas, pero ya no se dedica completamente a su negocio, solo abre algunos días.
Como Amparo, millones de negocios en el país han sufrido daños por la pandemia. Datos de la segunda edición de la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por Covid-19 en las Empresas (ECOVID-IE), realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), indican que 1 millón 873,564 empresas en el país (86.6%), ha sufrido diferentes afectaciones por la pandemia.
En total, 79.2% consideró que la principal es la disminución de ingresos, con una afectación de 48.6%, es decir, la situación se redujo en casi seis puntos porcentuales y ocho puntos en la afectación de ingreso en comparación con la primera edición de la encuesta realizada entre abril y mayo, donde la afectación de ingresos fue el mayor problema para 85.1% de las organizaciones.
El segundo problema es la baja demanda. En la primera encuesta 67.6% de las empresas lo padecieron, mientras que para la segunda edición se redujo a 51.2 por ciento. En porcentaje de afectación, la cifra pasó de 54.6 a 47.9 por ciento.
Muerte de empresas a causa de Covid-19
A un año del inicio de la pandemia en México, los daños no cesan siendo el más catastrófico el cierre definitivo de negocios, que suman 1 millón 10,857 (20.8%), revela el estudio Demografía de los Negocios (EDN) 2020 publicado por el Inegi.
Si se toma en cuenta que de los 4.9 millones de establecimientos en el país, 99.8% son micro, pequeños y medianos, el cierre representa una crisis económica para el país.
Los tres sectores que más han sufrido la muerte de empresas son los de servicios privados no financieros (24.9%), comercio (18.9%) y manufacturas (15 por ciento). Oaxaca es el estado con menos establecimientos “muertos” con 13.70%, mientras que Quintana Roo (31.8%) y Baja California Sur (28.1%) fueron los que mayores cierres tuvieron.
Los cierres definitivos generaron la pérdida de tres millones de empleos, mientras que los comercios que siguen operando, prescindieron de 1.15 millones de personas, sumando así 4.12 millones de desempleados.
En un caso similar está la empresa Orígenes Orgánicos, dedicada a la venta de productos naturales, orgánicos y saludables, que a principios de la pandemia tuvo que recortar 20% del personal.
“Al principio sí tuvimos que recortar al personal. Comenzamos a enfocarnos más en la venta en línea, a domicilio e ingreso a tiendas de autoservicio, con lo que esperamos recuperar la plantilla perdida”, revela Yonatan Okón, CEO de la marca.
Cambio de modelo por la pandemia
Las empresas han cambiado sus modelos de negocio, ya sea con servicios a domicilio, citas, venta en línea o incursionando en otros sectores.
Ejemplo de ello es el negocio de Yessica Urbina, quien tenía un restaurante de hamburguesas llamado “Las Carnes de la Gorda”, ubicado en el Estado de México, y que tuvo que cerrar sin saber si volvería a abrir. Tras evaluar cómo retomarlo, se cambió a Dark Kitchen, que garantiza la comodidad y seguridad tanto para empleados como clientes.
“Llevamos en esta modalidad unos dos meses. Parece que está teniendo muy buena aceptación y nos está dando nuevas ideas para adaptar el proyecto a un modelo de franquicias de baja inversión”, dijo.
Ahora el servicio lo ofrecen a domicilio de jueves a domingo y los pedidos son tomados vía WhatsApp o a través de Facebook e Instagram.
Otro modelo que cambió fue el de Yonatan, quien al tener tiendas de alimentos no cerró sus tres sucursales en Ciudad de México; sin embargo, las ventas bajas y prescindir de empleados lo llevó a lanzar su marca de alimentos e incursionar en las tiendas de autoservicio como CityMarket y HEB. Su meta es subir 30% su presencia en tiendas.
Si bien el modelo ya lo venía pensando desde antes de la pandemia, fue la crisis lo que aceleró el proceso. Uno de sus logros fue ingresar al Palacio de Hierro como proveedor de snacks saludables a granel.
A pesar de que el panorama no es el mejor, reinventarse ha sido una solución para sobrevivir e incluso ha motivado a otros negocios a surgir.
A nivel nacional, nacieron 619,443 establecimientos, 12.75% de la población de negocios del país. El sector con más nacimientos fue el de comercio con 13.75% y los estados que más destacan son Tlaxcala con 19.31% y Quintana Roo con 7.67%, revela el EDN.
Políticas de apoyo a pymes
Los cambios de modelos de negocios no bastan para seguir de pie, también se requiere de apoyo gubernamental. A lo largo de la pandemia se han lanzado programas como Tandas para el Bienestar y Crédito a la Palabra; sin embargo, no han sido suficientes para sortear la crisis, pues las pymes señalan que el monto de 25,000 pesos no solventa los pagos de nómina o rentas.
Hasta el 26 de febrero, se aprobaron 11,000 solicitudes de Créditos a la Palabra y se comenzó la dispersión de 2,000 apoyos en las modalidades de Empresas Cumplidas y Mujeres Solidarias, cuyo objetivo es dar 20,000 apoyos en cada uno.
De seguir con el ritmo hasta el momento en relación a las alertas de semáforo y normas establecidas, en un escenario pesimista, 48.5% considera que los ingresos disminuirán en los siguientes seis meses, pero en un panorama positivo la expectativa de aumento es de 52.3 por ciento.
Si los ingresos no cambian, 47.9% de las pymes y 46.6% de las micro esperan seguir operando tres a 12 meses más, mientras que 41.3% de pymes y 37.2% de micro considera pasar el año. Solo un 10.8% de pymes y 16.3% de micro, siente que serían menos de tres meses.
En el caso de Amparo, Yessica y Yonatan, ninguno recibió un apoyo financiero; sin embargo, no se detienen. Una vez que pase la crisis, Amparo desea abrir un comercio de venta de mayoreo de piezas de electrodomésticos “ha sido mi sueño”, dice. Yessica trabajará en desarrollar el modelo de franquicias y Yonatan seguirá creciendo en tiendas de autoservicio.
Seis de cada 10 pequeños negocios venden en Internet
E-commerce salva a pymes
Facebook, sitios web, Instagram y WhatsApp son los principales canales de venta de las pequeñas empresas.
El 2020 fue un año difícil para las empresas, sobre todo para las micro, pequeñas y medianas (pymes), las cuales vieron en la venta en línea un respiro para seguir manteniendo ingresos.
Según datos de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), a raíz de la pandemia de Covid-19, seis de cada 10 pymes ya vende en Internet, lo que representa un aumento del 94% comparado con 2019, cuando sólo 20% de las pequeñas y medianas empresas vendía en e-commerce.
Una de las empresas que se vio obligada a vender en línea es Compugadget, compañía dedicada a la venta de artículos tecnológicos y de cómputo, que debido a las restricciones sanitarias tuvo que cerrar temporalmente sus sucursales y una de ellas, ubicada en un centro comercial, bajó su cortina definitivamente.
Fernanda Franco, fundadora de la empresa cuenta en entrevista para El Economista, que antes de la pandemia la sucursal ya tenía números bajos, pero con el Covid-19 las ventas no aumentaron; se intentó llegar a un acuerdo con la plaza pero no se logró y lo mejor fue cerrar.
Comenta que el stock de esa tienda se utilizó para empezar la venta en línea; sin embargo, no fue suficiente para darse abasto debido a que el home office incrementó la demanda.
“Nos volvimos esenciales porque ahora necesitaban audífonos, teclado, entre otros”, pero había que entregarlo casi en el momento por lo cual se tuvo que cambiar la logística e infraestructura de la página, incluso apoyarse de plataformas como MercadoLibre. Ahora, el e-commerce representa 90% de los ingresos.
Experiencia en e-commerce para pymes
Aunque la venta en línea fue una opción para continuar teniendo flujo de capital, las pymes se aventuraron sin tener los conocimientos necesarios, lo cual derivó en malas experiencias como la necesidad de devolver los productos o que no llegaran en el tiempo prometido.
“Al comienzo se registró el problema de falta de stock, lo que ya no debe ocurrir en la actualidad porque se toman las previsiones necesarias y se va produciendo de acuerdo a las tendencias”, señala Pierre-Claude Blaise, director general de la AMVO.
Según la asociación, siete de cada 10 compradores declaran estar satisfechos con sus compras por Internet.
Otros canales y la informalidad
De acuerdo con el estudio de venta online en pymes, nueve de cada 10 pequeñas empresas que venden en Internet, también lo hacen en otros canales, principalmente en redes sociales, que son el primer paso para tener presencia digital.
Facebook, un sitio web, Instagram y WhatsApp son los principales canales de venta de las pequeñas empresas; sin embargo, Amazon y Mercado Libre encabezan la lista de plataformas no propias debido a que la interfaz es amigable con smartphones y permite una mejor logística de entrega y pago en línea.
Las Carnes de la Gorda, restaurante de hamburguesas artesanales, recurrió a la venta por WhatsApp, Facebook e Instagram luego de que tuviera que cerrar el local para convertirse en un Dark kitchen. Algo similar pasó con Sandalias Caribeñas, que comercializaba a mayoreo y ahora 95% de la venta ocurre en plataformas como Amazon.
Toman fuerza las “nenis”
Esta tendencia de venta en redes sociales desencadenó la creación de las “nenis”; emprendedoras que se caracterizan por ofrecer sus productos en redes sociales (especialmente en grupos), entregar en diferentes puntos de la ciudad como el metro o centros comerciales, y especialmente por el trato que dan a sus clientes al usar términos como “neni”, “hermosa”, “linda”, entre otras palabras bonitas, que finalmente dan una buena experiencia al cliente.
Si bien este tipo de comercio se realiza desde hace años, ha sido durante la pandemia que han cobrado fuerza, tanto por el confinamiento como por la pérdida de empleos o reducción de salarios que se han dado en los últimos meses a causa del cierre de negocios.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, en el último trimestre del 2020 se registraron 29.6 millones de trabajadores informales, lo que equivale a más de la mitad (55%) de todos las personas ocupadas.
Para impulsar la formalidad y que más pymes crezcan en el e-commerce, la AMVO señala la necesidad de mayor capacitación de venta en línea, apoyo para pago de proveedores y logística para mejorar la distribución y negociaciones con instituciones bancarias o gubernamentales.
El mundo siempre está en constante transformación, adaptación y renovación.